Buscando nuestro huequecito en el mundo, emprendimos en torno a un producto. Avanzando, paso a paso, unas veces equivocadas, otras menos, fuimos aprendiendo y descubriendo, siempre con humildad sobre aquello que hacía diferente a nuestro proyecto. Llegamos a descubrir, como algo muy nuestro, también podía serlo para los demás.

Porqué en mi barrio hay tantos plateros, porqué antes incluso había muchos más, dónde trabajaban, qué hacían, quiénes eran, porqué éramos considerados la fábrica de joyería de Europa. Y por la otra cara, porqué el sector está en crisis, porqué ya nadie quiere ser platero, porqué hay padres que incluso les aconsejaron a sus hijos a no seguir este camino.